
Sigue adelante: un viaje de resiliencia
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¡Hola amigos!
Hoy quiero profundizar en algo que me ha dado mucha vueltas últimamente: el poder de la perseverancia, sobre todo ante las críticas. Todos tenemos esos momentos en los que alguien nos dice que estamos equivocados o duda de nuestras decisiones. Pero la cuestión es la siguiente: no importa quién lo diga ni cuántas veces lo diga. Lo que realmente importa es cómo nos sentimos con lo que hacemos.
He estado en este viaje de autodescubrimiento y crecimiento, y me he dado cuenta de que la voz más importante que puedo escuchar es la mía. He recibido innumerables escepticismos, ya sea de amigos, familiares o incluso desconocidos. Puede doler, ¿verdad? Pero lo más doloroso es pensar que esas voces negativas acallen mi intuición y pasión.
Cuando me embarco en un nuevo proyecto o persigo un sueño, a menudo oigo el susurro de la duda. "¿Estás seguro de esto?", "Estás perdiendo el tiempo". Pero en el fondo, sé lo que me hace sentir bien. Confío en mis instintos. Y ahí es donde surge la magia. Se trata de mantener la vista puesta en el objetivo y seguir adelante, sin importar los detractores que acechan en el fondo.
He aprendido que quienes odian suelen alzar la voz cuando ven a alguien atreverse a perseguir sus sueños. Son como espectadores de un partido, criticando a los jugadores sin siquiera pisar el campo. Pero me niego a dejar que me dicten el ritmo. No corro esta carrera por ellos; la hago por mí. Y déjenme decirles, ¡la satisfacción de demostrarles que están equivocados es una motivación inigualable!
Entonces, ¿cómo sigo adelante? Se trata de rodearme de positividad y personas con ideas afines que me animen. He descubierto que cuando comparto mis metas con quienes me apoyan de verdad, es más fácil acallar la negatividad. También me recuerdo cada pequeño éxito, por pequeño que sea. ¡Cada paso adelante es una victoria que vale la pena celebrar!
A cualquiera que se sienta abrumado por la duda o la crítica, le animo a escuchar a su corazón. Si cree en lo que hace, siga adelante. Deje que quienes lo odian miren atrás mientras usted forja su propio camino. Es un viaje, y cada paso cuenta. Recuerde: odian el juego porque no son lo suficientemente valientes como para unirse.
Así que, sigamos avanzando juntos. Abracemos nuestras pasiones, superemos las adversidades y creemos la vida que soñamos. ¿Entiendes?
¡Hasta la próxima, sigue brillando!