
Haz ruido: Cómo aprendí a defenderme
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¡Hola! Hoy quiero compartir algo importantísimo que me cambió la vida. Verán, durante mucho tiempo estuve muy callada. Era como un ratoncito, de puntillas y con miedo de hablar. No quería causar revuelo ni llamar la atención. Pero ¿saben qué? ¡Eso no me ayudó en nada!
Hubo una época en la que me sentía ignorada y pasada por alto. Me sentaba en aulas y reuniones, esperando a que alguien me prestara atención. Sabía las respuestas, pero creía que tenía que esperar a que alguien me llamara la atención. Me daba miedo levantar la mano o hablar. Todo cambió cuando me di cuenta de algo grave: me estaban tratando injustamente, ¡y era hora de alzar la voz!
Cuando empecé a alzar la voz, todo cambió. Aprendí que está bien defenderme. Cuanto más me hacía oír, más lograba. Empecé a destacar mis ideas y opiniones, y me sentí más fuerte y segura.
Aquí está el punto principal: **No puedes quedarte callado cuando te tratan mal. Nunca debes tolerar la falta de respeto. ¡Defiéndete siempre!** Si no lo haces, podrías sentirte estancado e infeliz. Es como estar en la primaria otra vez, esperando a que nos llamen la atención. Pero ahora que somos adultos, ¡tenemos que actuar!
¿Cómo puedes practicar el uso de la voz? Aquí tienes algunos ejercicios divertidos:
1. Exprésate en clase o en el trabajo : La próxima vez que estés en una reunión o clase, intenta compartir tus ideas, incluso si no estás seguro. ¡Simplemente levanta la mano y di lo que piensas!
2. Practica con amigos : Reúnete con tus amigos y conversa. Compartan sus opiniones y anímense mutuamente a expresarse.
3. Escríbelo : Si te pone nervioso hablar, intenta escribir primero lo que quieres decir. ¡Esto te ayudará a sentirte más preparado!
4. Establece metas pequeñas : Comienza compartiendo tus ideas en grupos pequeños. A medida que te sientas más cómodo, intenta hablar en grupos más grandes.
5. Afirmaciones positivas : Mírate al espejo y dite: "¡Mi voz importa!". Hazlo todos los días hasta que lo creas.
Cuando empecé a hacer ruido, mi vida mejoró muchísimo. Me sentí más seguro, tuve mejores oportunidades e incluso hice nuevos amigos. Pero si no actúas, podrías perder oportunidades increíbles y quedarte estancado en un segundo plano.
¡Estoy aquí para ayudarte a encontrar tu voz! Mi pasión es ayudar a otros a mejorar sus vidas, a reconocer su valor y a perseguir sus sueños. Si me sigues, compartiré consejos para gestionar tus emociones y lograr los resultados que deseas.
¡Así que, a hacer ruido juntos! Recuerda, tu voz es poderosa y merece ser escuchada. ¡No tengas miedo de alzar la voz y compartir tus ideas con el mundo!